Tierra
enferma, una novela inquietante de Gustavo de Paredes
Tierra
enferma, escrita por Gustavo de Paredes y publicada en 2014 por Lengua de
Diablo Editorial, posee un toque de acidez que hace recordar a la legendaria
novela del californiano Bret Easton Ellis, American
Psycho (recomiendo leerla en inglés y no ver la película, que se ajusta de
muy mala manera a la historia escrita).
A diferencia del afamado integrante de la
“Generación X”, quien explora a la hedonista sociedad reaganiana de los años 80
a través de la mirada asesina del personaje principal, el bróker Patrick
Bateman, Gustavo de Paredes la estudia desde el plano de los actos irracionales
del gobierno, particularmente del poder Ejecutivo, que se reflejan en la
desquiciada, criminal conducta de Steve Land, asesor político de la Casa Blanca
y protagonista de Tierra enferma.
La novela de Gustavo de Paredes, caracterizada por
su tono cáustico, quemante, transcurre en una atmósfera de tensión a raíz del
homicidio del presidente. Este acto, además de poner de cabeza al mundo, desata
una serie de intrigas dentro de los muros de la Mansión Ejecutiva, que a la
postre reflejan los abusos y decisiones superfluas de quienes ejercen el poder
en los Estados Unidos.
Tierra
enferma aborda el desplome de la sociedad estadounidense, sumida en una helada
y violenta banalidad. Esa decadencia forzosamente pasa por la revisión de temas
que, por no haber sido resueltos a tiempo, en el siglo 21 se observan como
heridas imposibles de cerrar.
Así, en la descompuesta faz de la Unión Americana
se observan fenómenos preocupantes y dolorosos: división de clases, homofobia,
racismo, violencia contra la mujer, maltrato animal, uso indiscriminado de
armas entre la población civil, embarnecimiento de la industria militar,
transgresiones a la convivencia pacífica entre los países... A mi juicio, la
tesis central de la novela sostiene que de nada sirvió el arribo del primer
presidente afroamericano a la Oficina Oval. Una oportunidad histórica
perdida.
Como dije,
Tierra enferma resulta interesante por su tono, mordaz, satírico, y también
por su construcción. En sus páginas (que albergan una prosa bien cuidada) hay
una interesante diversidad de recursos literarios como anacolutos, polisíndesis
y flujos de conciencia, los cuales dan hondura y extensión tanto a los
personajes como a la historia.
Se trata, en resumidas cuentas, de una obra notable
y perturbadora, capaz de atrapar al lector para no soltarlo, como hace el
tramposo y cínico Steve Land, cuando usa sus esposas para inmovilizar a algunas
de sus víctimas, patéticamente crédulas e insustanciales.
Gustavo de Paredes es originario
de la Ciudad de México. Estudió un diplomado de novela y cuento en la
Universidad Complutense de Madrid, España, otro en creación literaria en la
Escuela de Escritores Ricardo Garibay, en Morelos, y desde 2014 estudia la
maestría en Literatura en el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades
del Estado de Morelos (CIDHEM).
Varios de sus cuentos han sido
publicados en antologías como El último
libro del mundo, de Gandhi editores, Viaje
a la oscuridad y Cuarta de Feria, de Lengua de Diablo Editorial.
La pluma de Gustavo de Paredes no se
limita al cuento y la novela, sino que también explora los desafíos del telar
ensayístico. Revistas literarias como Voz
de la tribu, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Voz en tinta, de la Escuela de
Escritores Ricardo Garibay y el Instituto de Cultura de Morelos, así como Educa, de la Universidad Pedagógica
Nacional, han publicado sus ensayos.
Recientemente
obtuvo un premio con el cuento El libro
de la libertad es nuestro, en el marco de los LXXXIII Juegos Florales del
estado de Morelos.
Andrea
Ciria